- ¿Qué es la Psoriasis?
La psoriasis es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel caracterizada por placas de piel engrosada, enrojecida y con escamas plateadas.
Sigue un patrón de periodos libres de enfermedad con periodos de agravamiento, y no es contagiosa.
- ¿Qué síntomas presenta?
La forma más común de la enfermedad es en placas de células muertas, rojizas, que se desprenden, localizadas en tronco, extremidades y cuero cabelludo. Producen picor, escozor e incluso dolor.
En otras variantes, se puede desarrollar en los pliegues corporales, genitales, palmas de las manos y de los pies, y uñas.
- ¿Por qué ocurre esto?
Las manifestaciones aparecen cuando nuestro propio sistema inmunitario se activa indebidamente y produce reacciones tales como la dilatación de los vasos sanguíneos y la proliferación de los queratinocitos (células de la epidermis).
Ésto provoca la coloración enrojecida de las zonas afectadas y el recambio acelerado de la epidermis, desde los 30 días en situación normal, disminuye a alrededor de 4 días, lo que conlleva una acumulación de células en forma de placas de escamas blanquecinas y descamación exagerada.
- ¿Quién es más propenso a padecerla?
Afecta a alrededor del 2% de la población, por igual a ambos sexos, suele manifestarse entre los 15 y los 35 años y en las personas que la sufren suele haber antecedentes familiares. Los factores desencadenantes pueden ser tan variados como el estrés, sufrir una infección o como respuesta a la administración de algún medicamento.
- ¿ Aparece en todo en el cuerpo?
Se pueden definir distintos tipos de psoriaris según el tipo de lesiones o la gravedad de sus síntomas:
– Leve: Afecta como máximo a un 2% de la superficie corporal. Se presenta en placas aisladas en rodillas, codos, cuero cabelludo, manos y/o pies. El tratamiento es tópico.
– Moderada: Afecta entre el 2 y el 10% de la superficie corporal. Las áreas más afectadas son brazos, piernas, tronco y cuero cabelludo. Tratamiento tópico y, en algunos casos oral o fototerapia.
– Grave: Cubre más del 10% de la piel. Suele tratarse con medicación oral y apoyo de tratamiento tópico y fototerapia.
– Artritis psoriásica: Afecta también a las articulaciones, y precisa tratamiento farmacológico oral para el dolor e inflamación articular y tratamiento para las lesiones cutáneas. En estos casos, el diagnóstico precoz es de vital importancia, ya que si no se trata con rapidez puede provocar daños irreversibles en las articulaciones.
- ¿Cual es el tratamiento?
Se puede considerar como una enfermedad única para cada paciente, puesto que en cada persona tiene unos factores desencadenantes y manifestaciones distintas, así como una respuesta a los tratamientos diferente.
La primera línea de tratamiento es la higiene e hidratación corporal adecuada.
Los tratamientos tópicos incluyen el uso de productos emolientes, queratolíticos, retinoides tópicos, corticoides, análogos de la vitamina D e inmunosupresores.
En casos de psoriasis moderada/grave, los tratamientos sistémicos incluyen la fototerapia, fotoquimioterapia (Psoraleno más rayos UVA), tratamientos inmunosupresores clásicos (ciclosporina, metotrexato, acitretina) y tratamientos biológicos.
Los medicamentos biológicos están formulados para tratar la psoriasis y la artritis psoriásica bloqueando diferentes moléculas que intervienen en la inflamación. Están indicados en formas graves de psoriasis y se prescriben cuando el paciente no ha respondido a dos tratamientos sistémicos clásicos, cuando no se le hayan podido pautar por existir alguna contraindicación, si ha presentado efectos secundarios o si ha sobrepasado la dosis acumulada aconsejada.
- ¿Se puede curar por completo?
No, la psoriasis es una enfermedad crónica, pero controlando la alimentación y hábitos de vida junto con un tratamiento adecuado permiten llevar un buen control de la enfermedad.