Manchas en la piel tras el verano

Una vez dejado el verano atrás, es momento de reparar nuestra piel castigada por el sol. Resulta muy conveniente revisar nuestra piel después de la ducha, para detectar a tiempo nuevas manchas en nuestra piel.

 

Consecuencias del sol en la piel

 

Podemos distinguir entre consecuencias visibles:

  • Quemaduras.
  •         Insolación.
  •         Pigmentación inmediata.
  •         Sequedad en la piel.
  •         Manchas solares.
  •         Envejecimiento prematuro de la piel.
  •         Cataratas
  •         Deshidratación

 

Tipos de manchas en la piel

 

Nos podemos encontrar con diferentes tipos de manchas en función del factor que las genera.Pero, las manchas en la piel que suelen aparecer por esta época son las debidas a la exposición solar.

La melanina ayuda a protegernos de los rayos solares, pero no lo hace de forma uniforme, lo que ocasiona manchas solares.

  • Las manchas oscuras en la piel se conocen como lentigos y aparecen por un exceso de producción de melanocitos ( las células encargadas de producir la melanina), generalmente debido a la sobreexposición solar.
  • Melasmas: se trata de un tipo de mancha de piel directamente relacionada con factores hormonales o farmacológicos. Suelen aparecer en las mejillas, frente y labio superior.
  • Pecas: aparecen por acumulación de pigmento en la piel y son fáciles de reconocer.
  • Lunares: como los lentigos, aparecen por acumulación de melanocitos. Suelen ser de forma circular. Este tipo de mancha solar, debe vigilarse ya que en algunos casos puede derivar en melanoma. Debemos comprobar los lunares, para detectar posibles cambios en los mismos y acudir al médico en cuanto los detectemos.
  • Manchas blancas en la piel, conocidas como leucodemia, se trata de manchas de coloración inferior al resto de la piel. Aparecen generalmente en el rostro y  se debe a la pérdida de melanina.

 

Protección y antioxidantes

Aunque el verano haya acabado, el sol sigue incidiendo, por lo que debemos seguir protegiendo nuestra piel utilizando diariamente protector solar, crema hidratante o maquillaje con protección solar. Asimismo, como hemos mencionado al inicio del artículo, una de las consecuencias de la exposición solar es el envejecimiento prematuro de la piel.

Si queremos mantener nuestra piel cuidada, joven y protegida debemos aportar a nuestro organismo antioxidantes. Los antioxidantes se encargan de combatir el ataque de agentes externos nocivos conocidos como radicales libres. Nuestro organismo es capaz de reparar la piel de estos ataques de forma autónoma, pero, la sobreexposición solar hace que aumente la producción de radicales libres limitando la capacidad de defensa de nuestro cuerpo.

Podemos aportar antioxidantes a nuestro organismo mediante la alimentación y  la aplicación de productos cosméticos.