A veces, confundimos los dolores de cabeza o cefaleas con migrañas, pero no siempre estamos en lo correcto.
Una migraña es un dolor de cabeza recidivante, pulsátil e intenso, que habitualmente afecta a un lado de la cabeza, aunque puede afectar a ambos. El dolor empieza repentinamente y puede estar precedido o acompañado de síntomas visuales, neurológicos o gastrointestinales.
Sólo en España 3,5 millones de personas padecen migraña, de los cuales, casi un millón la sufren de forma crónica, según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN).
El sobrepeso, la depresión, los trastornos de sueño, pero sobre todo la automedicación y la falta de diagnóstico y tratamiento son los principales factores que cronifican la migraña. Cada año, un 3% de los los pacientes con migraña episódica pasan a padecer migraña crónica y un 6% de los pacientes pasa de una migraña episódica de baja frecuencia a una de alta frecuencia.
Por eso, es importante no dejarlo, se puede encontrar una solución para aprender a vivir con las migrañas. Con un adecuado diagnóstico y el tratamiento preciso, el problema se puede controlar. Y, una vez diagnosticado, desde aquí, te ayudaremos con el seguimiento farmacoterapéutico.
Existe una amplia variedad de tratamientos verdaderamente útiles para cortar las crisis de migraña. Analgésicos y antiflamatorios, triptanes y ergóticos, así como antieméticos y procinéticos, siendo estos últimos para las náuseas o vómitos. Por otra parte, betabloqueantes, antiepilépticos y ciertos antidepresivos han demostrado ser los más útiles para la prevención de la migraña.
En todo caso, siempre será necesario que sea el médico quien recete este tipo de fármacos para no caer en la automedicación y que haya riesgo de cronificación de la enfermedad.
Además de la medicación, son muy recomendables algunas terapias físicas y mentales como el Yoga, Técnicas de relajación y acupuntura.
Aunque su causa no es conocida, puedes prevenirla con simples hábitos cotidianos:
- Identifica tus factores desencadenantes con la ayuda de un diario, apuntando la intensidad del dolor, la duración, los síntomas y los posibles factores que lo hayan podido causar. Así podrás prevenirlas en un futuro.
- Cuida tu alimentación, sin saltar comidas. Introduce en tu dieta Vitamina B2, Magnesio y Coenzima Q.
- Haz ejercicio regularmente.
- Descansa y controla tu patrón de sueño.
- Cumple la adherencia al tratamiento .
- Y si sufres un ataque, reposa en un ambiente tranquilo a oscuras o con iluminación ténue, libre de ruidos y evita olores fuertes.
No es fácil convivir con esta enfermedad, pero con prevención y un tratamiento adecuado,¡se puede!